miércoles, 16 de abril de 2008

El trabajo infantil o infancia interrumpida


Nadie puede decir que nunca ha viajado en alguna unidad del servicio público sin haber sido “abordado” por personas que suben a vender caramelos o algún otro tipo producto para llevar algo que comer a casa. Si bien dichos individuos son, en su mayoría, adultos mayores de 23 años hay un gran numero representado por niños que oscilan entre los 7 y los 14 años (llegando en algunos casos a jóvenes de 16 y 17 años).

Y es que el trabajo infantil es tan amplio y complicado que resulta tan difícil tratarlo en un ensayo; por que no solo se queda en el transporte público, si no se extiende a los parques,avenidas , jirones y todas las ubicaciones posibles en donde haya personas en capacidad de otorgar cierto beneficio monetario. Sin embargo, si analizamos mas meticulosamente esta situación no encontraremos nada de malo al laburo de infantes; es mas, desde un punto de vista legal es valido. Pero, aquí entra un problema que parece disfrazarse en esta supuesta legalidad: el abuso al menor.

Casos como el alquiler de niños en las diversas calles de nuestra ciudad (y en muchos otros lados) o el abuso de los services mineros, donde encontramos un gran índice de mortandad infantil. Ante todo esto, ¿que podemos hacer nosotros como jovenes estudiantes? Resulta difícil responder con exactitud ya que la supuesta legalidad camuflada nos impide combatirla frontalmente. Esta lucha debe inicirse desde nosotros mismos. Es necesario que dejemos de lado el mediocre conformismo que no nos deja ver mas alla de lo que simplemente nos conviene. Necesitamos personas comprometidas con su pais, dispuestas a inicar un cambio.

Ahora bien, ante el dilema de lo defendible y condenable de esta situación encontramos aspectos como educación, el derecho a la recreación (a ser niños), pobreza, violencia familiar, etc.

Casi la totalidad de niños trabajadores renuncian a su instrucción básica, lo que acrecienta el riesgo de hacerlos de alguna forma “mas pobres” de lo que son en su momento. Además, no viven adecuadamente una etapa tan valiosa ,n el sentido de formación personal,como es la niñez. Esa subita madurez que se ven obligados a enfrentar, los vuelve de alguna manera rencorosos contra los demás, contra aquellos que lo tienen todo, además de ocasionarles una visión pesimista de la vida (nací pobre, soy pobre, moriré pobre y mis descendientes serán pobres), una muy baja autoestima y vulnerables a los llamados “lavados de cerebro” con los que sendero luminosos consolido su régimen del terror. Pero, ante todo esto encontramos el factor necesidad, en donde el niño trabaja porque tiene toda una familia que mantener debido (posiblemente) a la orfandad temprana y la incapacidad de los padres.

Los niños no deberían trabajar, es cierto pero esta serie de contradicciones nos hace muy difícil esclarecer el panorama sobre que hacer y que no hacer en contra del trabajo infantil .Esta claro que el erradicarlo, el hecho de realizar una “limpieza social” en todas las calles de Lima, no es la mejor solución. Para ellos, la necesidad esta sobre todo lo demás. La oportunidad de disfrutar una niñez plena y normal se les prohíbe para dar paso a la destrucción de su inocencia, los conduce al enfrentamiento con un mundo para el cual no están lo suficientemente preparados...

1 comentario:

Gigi76 dijo...

Para ello se tiene que construir una buena base, inciando en el nucleo familiar.
Pero hay que tener fe de que eso se terminará, ya que ellos sólo necesitan sonreir y ser feliz, no se explotados y ser trabajadores a tan corta edad ... hay que llenar sus cántaros con agua repleta de sueños q pronto se pueden hacer realidad, sólo depende de ellos y del apoyo q podamos NOSOTROS entregarles ... me gusto tu blog!! !