miércoles, 17 de septiembre de 2008

Crecer es un oficio triste.../ (Chapter the first)




“Es difícil contar la vida, no hay como empezar, pero una huella en el alma es un buen punto de partida, una voz que ya no escuchas, unas voz que ya se fue...”
Pedro Suárez Vertiz

Hoy cumplo 18 años de vida y contrariamente a lo que muchos piensan, esto no me causa el menor entusiasmo. No estoy con ganas de juerguear toda la noche y terminar ebrio, oliendo a alcohol y a humo de cigarro. Lo que siento en este momento son unas ganas inmensas de bajar a la playa y contemplar el mar. Un mar gris que refleja mi propia soledad, un mar que acentúa mi resaca de pura y sana nostalgia. Es extraño lo difícil que me resulta concentrarme en este post; pareciera que mi mente se encontrara bloqueada por tantos recuerdos que, uno detrás de otro, empiezan a aparecer ante mis ojos formando una aparente película de mi vida.

Hoy me dio por abrir todos los cajones de mi cuarto y buscar con insólito frenesí, todas las fotografías que registraran instantes congelados de mi vida. Y me vi, primero con un sastre blanquísimo, zapatitos del mismo color, corona de rey sobre mi cabeza y corbatita “michi” del mismo color aturdido entre una gran multitud y sobre los brazos de mi orgullosa madre quien esbozaba una linda sonrisa de oreja a oreja. Sobre una mesa observe un apoteósico festín lleno de todo tipo de bocaditos y en el centro, una inmensa torta con adornos comestibles de los Picapiedras. Era la fiesta por mi primer año de vida, ahora lo recuerdo bien, recuerdo sonrisas a mí alrededor, el pegajoso ritmo de la “sopa de caracol”, la gente que se me acercaba a decirme “oh que lindo que estas” y a jalarme los cachetes. Recuerdo aun con más nostalgia a mis abuelos chochos con el mayor de sus nietos en brazos y a mis risueñas tías haciendo toda clase de graciosas muecas habidas y por haber con tal de mantenerme sereno. Todo era tan feliz, tan fácil que no me imaginaba la vida diferente.

Cuando era niño mis días se iban con mi paciente abuelo tratando de enseñarme a montar bicicleta para luego ser premiado (aun sin haber realizado el más mínimo esfuerzo) con un inmenso pie de manzana y mi coca cola personal en la bodega de la esquina. Al llegar a casa, mi hermana y yo corríamos a la cocina a saludar a mi abuelita con un sonoro beso en la mejilla y luego nos dirigíamos raudos al dormitorio donde mi abuelo ya había sintonizado Tom y Jerry, los dos nos aventábamos a la cama y nos recostábamos en su regazo, sintiendo sus grandes brazos y su potente respiración de orgulloso paisano arequipeño los cuales contrastaban con su carácter alegre, acogedor campechano y “engreidor” como ninguno.

Mis abuelos Máximo y Esperanza fueron las figuras con mas presencia en mi niñez, quizá por eso me duela tanto recordar los últimos años que lo tuve (a él) conmigo. Me aleje demasiado, se acabaron las idas y venidas al parque, los domingos en Pachacamac y el juego del gavilán pues cuando se hubo ido ya era demasiado tarde para decirle el “te quiero” que le debía desde hacia mucho tiempo. La calurosa tarde de marzo en la que me entere que había fallecido lloré como nunca lo había hecho. Ni el fuerte abrazo de mi padre logro menguar la terrible frustración y el rencor que sentía contra mi mismo. Confieso que estuve a punto de destrozar todo lo que encontré en mi cuarto pues sentía que el dolor me desgarraba por dentro. Cuando llegue al velorio y vi los rostros desencajados de mis tías, mi tío, mi madre y mi abuelita no pude evitar quebrarme yo también. Esa tarde no tuve el valor de acercarme al ataúd y mirarlo fijamente. Sentí un vértigo increíble cuando me sacaron de mi rincón solitario para verlo por última vez antes que se llevaran el ataúd camino al cementerio. Lo mire y el rencor interno del día anterior volvió a aflorar, lloré con rabia y escuché los lamentos de mi abuelita a mi costado. Toqué su mejilla y lloré aún más, sus pómulos eran ahora débiles y fríos, su sonrisa acogedora se había ido para siempre.

5 comentarios:

Gigi76 dijo...

FELIZ CUMPLEAÑOS! mi daito, raulito, ito! siempre serás nuestro Raulito para todos nosotros,a pesar que estás mas grande q todos!!
Me mataste con el blog, tengo un tremendo nudo en la garganta! y si fueron terribles momentos que pasamos con la pérdida de mi papi /abue, se lo extraña,no? es q era todo!!!pero nos queda su sonrisa, sus gestos todo en nuestra memoria y en nuestros corazones que nunca se acabaran, al igual q tú lo extraño y mucho!!! me hace falta y se q a ti tamb como a todos en la casa, pero mándale besos!miles de besos y sentirás la caricia de su fuerte mano en nuestra cabeza en nuestor hombro, esa fuerza q día a día nos manda para poder afrontar su partida ...
Te quiero mucho aunque no lo digo, pero lo sabes, no? cualquier cosa cuenta conmigo! más q tía soy tu amiga, FELIZ CUMPLEAÑOS!! y a sonreir pq mi Papi debe estar esperando una sonrisa para verte desde arriba y miraa hoy salió SOL!! es el mejor regalo q te está mandando él!. BESOS tú tía Gina .

zol kndida dijo...

d+ciado feeling ese post! MATAST RAUL! happY B-daY! =)

PaZ! dijo...

no sabes todas las cosas q recorde cuando lo lei :)
pero se q lo q viene tendra algo mucho mas "especial" (:

zol kndida dijo...

FUCK! PUBLIK L CHAPTER II! i mapo trai part 9!!!!!!!!!
MIDO STA Q FRIEGA AC RATO xD

Ivar Jesús Calixto Peñafiel dijo...

De casualidad llegue a tu blog, tu post me parecio genial, muy bueno. No dejes de seguir escribiendo.

Saludos,

Jesús