miércoles, 14 de mayo de 2008

¿Biquero?¿yo?.. ¡Nunca¡



“Estar en la universidad es una cosa de locos”
Grupo Río

Del latín “bis” (dos veces), biquear (o “irse a la bica”) es el arte y desastre de llevar un curso por segunda vez. Este neologismo constituye uno de los mas grandes traumas (pero nada comparado con la trica) de todo estudiante universitario común y corriente (aquí no entran los supergenios ni los típicos chancones de clase). Pues bien, tras haber quedado convalecientes luego de una agotadora semana de parciales, me atrevo a declarar mi preocupación (y creo que hablo por todos), acerca de la situación de incertidumbre y ansiedad en la que muchos estamos inmersos.

Honestamente, no creo que salga tan, tan, tan, tan, pero tan mal en mis exámenes. Sin embargo, el desconcierto siempre esta ahí, dentro de uno. Me volví adicto al café mocca matutino (y a toda hora), a las lecturas “quema pestañas” durante las noches, en el baño, en el micro, parado, sentado, etc; y a las inevitables y asolapadas “siestas” en los fríos cubículos de la Biblioteca Central. Las crueles copias, con sus inacabables filas de 10 metros consumieron mi tiempo y mi dinero, dejándome muchas veces y en sentido literal sin un centavo para llevarme algo a la boca. Es traumante pensar que de los casi 1800 incautos cachimbos ingresantes este año, solo se graduaran un promedio de 10 por facultad. Todos los demás habrá firmado su acta de defunción por culpa de la trica asesina.

Si dos veces es descuido, tres veces es testarudez y hasta podríamos decir que el susodicho ha hecho un cierto esfuerzo por jalar tan descaradamente. La bica trae consigo una serie de ensañamientos y poco caletas señaladas de dedo con risas y murmullo incluido, además del famoso memorando, en el que, entre otras cosas te dicen “desapruebas otra vez y te j-o-d-i-s-te”. El concepto de trica, por lo tanto, queda más que sobreentendido. Irse a la tercera es apostar por una muerte, académicamente hablando, segura y sin contemplaciones, pero por la puerta grande y con la cabeza en alto como el caso del “serrano Cava” (así se le conoce en la Ciudad y los Perros), o Jaime Bayly quien se fue a la trica en lógica, creándole una fama a su verdugo (profesor, perdón), que aun persiste hoy en día en el pabellón de Estudios Generales Letras de la PUCP.

No se por que, pero pareciera que lo que acabo de escribir es totalmente opuesto al estilo algo irónico al que están acostumbrados a leer. La incertidumbre en la que estoy inmerso resulta obvia en estas líneas. Mis manos sudan y mi cabeza explota pero N-O M-A-S. Primero muerto antes que biquero. Mas nunca, pero nunca me verán caer derrotado, de las cenizas resurgiré cual ave fénix y me zurrare sobre las lecturas “quema pestañas”, volveré a dormir 8 horas completas y volveré a tomar mi espumante y calientito café mocca mientras me tiro en uno de los jardines, tarareando... Me veras volver, me veras volver...

1 comentario:

zol kndida dijo...

jajaja
tranki primo!!!
t comprndo! eza maldita incertidumbre d zabr q tal zalizt!
d ver laz notaz d loz dmaz con puroz 17 i uno con kra d kojudo rzando x un 11 xD
no naa numk tanto... >..<
admz un parcial c pued zalvar tranki
rzpira!
q ia m ztaz poniendo nervioza Cx